viernes, 18 de septiembre de 2009

QVO VADIS, CINEMA?

La cosa está muy malita en el cine, no porque lo diga yo, sino porque la gente ya no va. Ese es el germen del mal. Y los datos van a peor año tras año. Pepe e Izaskun, John y Wiebke, Luigi y François... bueno, François siempre fue muy rarito... prefieren quedarse en casa viendo la tele. Esto es más viejo que el catarro. La primera guerra mundial "cine versus televisión" tuvo lugar ya desde el nacimiento de esta última. Y el cine las pasó canutas. Muchos se fueren al arroyo. Otros le buscaron la parte lucrativa y decidieron ofrecer cosas que la tele no podía. Glorious Technicolor! Cinemascope! VistaVision! Hasta el Odorama surgió, gracias a Dios sin éxito, aunque a veces pienso que vendría bien, dada la falta de hábitos de higiene de algunos. La industria cinematográfica capeó el temporal como pudo hasta que unos chiquitos llamados Coppola, Spielberg y sobre todo Lucas se inventaron el “blockbuster”: el taquillazo que forma colas de las que dan la vuelta al bloque. Ingredientes: Harrison Ford, efectos especiales y la Fuerza. Así fue tirando la cosa hasta que a alguien muy inteligente pero poco listo, se le ocurrió sacar eso que llamamos “El Cine en casa”. Las productoras ingresaron un dineral a costa de los que somos coleccionistas, pero los palomiteros empezaron su ruina. Y con internet y la descarga de películas, la cosa siguió su curso hasta plantarnos en el desolador panorama actual. Apenas hay cine que haga taquilla y, pese a todo, se producen cientos de truños al año. En algunos sitios arriesgando los propios cuartos, en otros los cuartos de todos. Lo cachondo es que si hubieren beneficios, tampoco los repartirán. Esos sí que son listos.

Y no es que yo no sea de los que nunca jamás han hecho uso de las mulas. Y tampoco digo que todo lo que se estrene sea bazofia (aunque la mayoría sí). Sólo constato que la gente ya no quiere ir al cine a tomarse las palomitas y ver una sesión doble, precedida por un corto de Bugs Bunny.

Salvo en los festivales. Claro que en los festivales, la gente va al cine sin palomitas y tampoco quiere dibujos animados. A menos que éstos sean búlgaros. En esos casos queda muy cool, muy fashion, muy modernito, muy gafa-pasta-lametón-de-vaca-en-el-pelo-ocasional-portador-de-borsalino... No sigo, porque me caliento. Pero es que sólo en estas fechas se producen fenómenos paranormales que no se explican de otra manera. ¿Por qué se agotan las entradas para pases de películas como Keshtzar haye sepid, hablada en perfecto iraní de Teherán y subtitulada en perfectísimo euskera batua? Porque señores, si luego durante el resto del año se repitiera el fenómeno, lo entendería. Pero lo que en realidad sucede, es que cuando se estrenan ese tipo de films, si es que finalmente encuentran distribución, es que no pasan de las cuatro personas de asistencia promedio el mismo viernes que se estrenan.

Este año el glamour – cuánto padece cada día esta palabra – llegará de la mano de Brad Pitt. Acompaña a Cuentín "Cuentista" Tarantino, aprovechando que se estrena la película que promocionan el mismo día 18 en el circuito comercial de cines en toda España. Así que vienen aquí, se dan un voltio por la Concha, que total, lo mismo les da que pasear sus figuras por la Castellana y probablemente les darán mejor de comer.

Porque si alguien piensa que estos pájaros traen su peli aquí, fuera de concurso, ya presentada en ¡mayo! en Cannes, por el prestigio del Festival patrio, o bien es un iluso, o es un cínico que ríete de ese del tonel.

La cosa está muy malita y hay que vender el bacalao. Y vienen aquí de promoción. El prestigio del festival les trae sin cuidado. Además, ese prestigio no se gana precisamente cometiendo barbaridades como negarle por dos veces el premio del certamen a alguien como, me pongo en pie, Alfred Hitchcock, que - ese sí - presentó aquí en primicia mundial nada más y nada menos que De entre los muertos y Con la muerte en los talones. En su lugar premiaron dos cosas como "Le coeur au poing” e “Historias de una monja”. Olé tus cojones. También Alfredito, qué corazón de oro, repetir. Debiste de comer bien en Gaztelubide.

Otra causa de desencanto con este festival, al que odio y amo a un tiempo (esto me pasa mucho, ¿seré ciclotímico? ¿O solamente un neurótico que ríete tú de Woody Allen? No respondan ahora, háganlo al término del párrafo, que queda poco), es que se repite la misma historia siempre. Parece un déjà-vu. Igual se debe a la ingente cantidad de largometrajes franceses que se presentan este año a concurso. O porque este año la responsabilidad (jojojo) de presidir el habitual Fallo del Jurado recae en Laurent Cantent. O por la tira de pelis francófonas en la sección Zabaltegi. O por la retrospectiva dedicada al Novísimo Cine Francés... No hay dinero suficiente en Fort Knox (Goldfinger, aquello sí que es un peliculón) para pagar por lo que tengo que sufrir estos ocho días que ya se me echan encima.

También es verdad que con Venecia por delante y Toronto pisándonos algún día y al último Amenábar, no es fácil hacer lo que se consigue desde la organización del Festival. Otros lo tendrían más difícil para apañarse con un presupuesto de ¡7 millones de euros! Claro que aquí ponen dinero el ayuntamiento, la diputación foral, el gobierno autonómico, el estatal... Vamos, que si no fuera por estos generosos donantes de dinero ajeno, muchos de los que se jartan estos días a canapés en el María Cristina estarían con un cafelito en la cola del INEM, que está justo enfrente.

Por otro lado, parece que este año la alfombra vuelve a ser roja, después del engendro fucsia del año anterior y del azul de Prusia de otros años. Parece que lo van pillando. Ya sólo falta que las luminarias que vienen sepan vestirse ad hoc. Claro que entre eso y las clases con el logopeda...

6 comentarios:

DarkStar dijo...

Teniente, esa sensación de decadencia del Festival la lleva sintiendo todo Donosti desde hace años. Y no es solo un presentimiento, es una realidad.

Mi excomulgado ha tenido relación con varios sectores del Festival, y en todos le transmiten que cada vez hay menos dinero, que tienen que hacer malabares para poder seguir organizándolo (incluso el año pasado se barajó que fuese el último), y que ya no hay pasta para pagar los cachés de las "estrellas".

Así que estamos en el mismo punto de siempre en este país de "merde" (por hacer honor al tema del año) que nos ha tocado vivir: que solo intentamos arreglar las cosas cuando otro ya nos está pisando (léase Toronto). Y si no hacemos un esfuerzo muy muy muy grande (y no sólo en lo referido al dinero), este Festival no merece otra cosa que desaparecer.

A mí en cambio me encanta el otro Festival, el de cine Fantástico y de Terror, me gusta muchísimo el ambiente que se respira en las salas, es más como ver una película en cuadrilla, mucho más cercano. Y muchiiiiiiísimo más divertido. Y las películas, algunas, cuanto más truño mejor.

¿Viste el año pasado aquella que tantos comentarios suscitó? La japonesa (creo) esta, de unos polis corruptos, que había una enfermedad que cuando se cortaban un miembro (CUALQUIER miembro) les salía un arma en su lugar... Gloriosa :D

alma dijo...

Jo....es que no se que decir, es que nada mas leer el texto se me ha escapado una carcajada tan honda que me estoy sientiendo hasta un pelín culpable.


Osea, que te vas a pasar una semana viendo peliculas francesas y rodeado de gente de higiene dudosa...

El Dios hatun castiga sin palo ni piedra, esta claro, lamentarás haberme dejado tirada en lugar de llevarme a Sicilia cuando ya te había cuasiperdonado lo de las Francias. jas-jas.


Por lo demás no te preocupes, Kip, el cine lleva en crisis desde la misma tarde del salon Indien y ha sobrevivido a situaciones mucho peores que esta.

Y el festival, pues bueno, no se, yo le tengo ley, como dicen por aquí poque en el 92 le dio la concha de oro a una de mis peliculas preferidas "Un lugar en el mundo" y eso hizo posible que se estrenara en este pueblo donde no tenemos tanta suerte como tú(quejica) y que yo la viera y que me enamorase, asique le dedeseo mucha suerte.

Lorielana dijo...

No te hagas mala sangre, hombre. Disfruta del festival y de los canapés. Procura echarte un sueñecito entre peli y peli y si toca una finlandesa directamente en ella. Tu traenos crónicas preciosas y divertidas. Cuentanos como son las estrellas y cotilleamos un rato.
En cuanto al cine, puede que cada vez vaya peor pero a veces...a veces ocurren milagros y ya por esos merece la pena.
No tengo tiempo para más, que me voy para las Asturias. Un beso a todos los hatunes.

catiti dijo...

Ayns, pobrecito!!! qué sacrificio más graaaandeee!!! XP

Total, si las películas-truños se ponen muy cuesta arriba siempre te queda la solución de echarte una siestecita en la butaca, luego, si te preguntan, dices que la peli tenía un argumento taaaan interesante que es mejor no contar nada y que deben ir a verla.

Que no, que no me voy a compadecer de tí. Así que, demuestra el valor que tu rango merece y apechuga con estos 8 días.

SubHatun dijo...

¿Cuanto cobran por una entrada palomitas y referesco en el cine?
Dato importante, que sospecho supone un % muy superior del dinero de bolsillo para el fin de semana respecto al que suponia años atras.

Por otro lado, ahora, con televisores de plasma de 42", "joúm zinema" de sonido envolvente "chounchorrummm dolby FHX ABS y dirección asistida" en el salón de casa... para que cojones va a ir nadie al cinema donde se te puede sentar al lado el hijo gordo de Jabba el Hud, con comida suficiente para alimentar al continente asiatico durante tres monzones....

O aun peor, se te puede sentar al lado un presuntuoso pedante y petulante gafapasta explicando a su compañera lo delicioso y metaforico de cada uno de los planos de la pelicula... a pesar de estar viendo "Beethoven VI, Beethoven se va a Chueca"
Ya pueden dar por culo a los cines

Kipling dijo...

Dark, ¡tú sí que sabes! La Semana de Cine Fantástico y de Terror es otra cosa. El año pasado no estuve (vacaciones) y este año me lo volveré a perder (vacaciones), pero es uno de los grandes festines de cine del año, sin duda.

Lo ciclos Nosferatu también son cosa fina. Aquí uno puede ver la filmografía COMPLETA de gente como David Lean o Fritz Lang. ¡Gloria bendita!

Pero da un poco de pena el Zinemaldi, verlo tan pachucho. Claro que otras veces piensa uno en el mamoneo y dice: ¡que se jodan si se hunde!