domingo, 21 de marzo de 2010

EGIPTO Y SARA







Desde que Aratz creó este blog, hace ya casi dos años, siempre que he ido de viaje me he llevado en la maleta, (así se llama al corazón cuando no quieres parecer demasiado sentimental) a los hatunes con los que he compartido tantas horas. Y cada vez que encuentro algo especialmente hermoso lo anexiono a este país. Un simple “declaro este lugar territorio de hatunes” basta. De esta manera hice nuestro un club de jazz en Croacia, un lago helado en Noruega o un parque blanco y maravilloso en Praga.
Por muchas razones Egipto ha sido diferente. Siempre vuelvo con las pilas cargadas y enamorada sin remedio del lugar al que he ido. Pensaba que esta vez ocurriría igual. Pero aquel es un país de contrastes y ni para bien ni para mal te deja indiferente. Me tenían contado que era un lugar inolvidable y lo es, impresionante y hermoso casi siempre, pero también es desesperante y muy feo en demasiadas ocasiones. Frente a la belleza inenarrable de los restos faraónicos, de la piedra tallada sobre un cielo azul impresionante, las ciudades modernas son el ejemplo de hasta donde se puede hacer mal las cosas en estos tiempos. Y Frente a una capital insoportablemente ruidosa, infernal, seca y gris, el paisaje del Nilo es de una serenidad sublime. Sentada en la exigua terraza de mi camarote, apenas me llegaba el murmullo de los turistas que se tostaban en cubierta. Allí, a solas, Egipto ofrece su mejor cara. Una franja verde y fértil contra un desierto dorado y un cielo limpio y azul. Agua y palmeras. Pequeños veleros y barcas a remos sobre el rio. Las mismas huesudas vacas que pastan entre los juncos y las mismas garzas que pescan en las aguas las ves luego petrificadas en relieves como si el tiempo se hubiera detenido hace cinco mil años.
De igual manera que me ocurrió con el paisaje y la arquitectura, me ocurrió con la gente. Ocho días son un tiempo demasiado corto como para juzgar a una comunidad. Pero juro que no he visto en mi vida a vendedores más agresivos e irritantes, ni a conductores más incívicos. Cruzar El Cairo es un sálvese quien pueda. Pero también he visto a gente simpática y llena de alegría. Y una ellas es Sara. Me quedé prendada de ella más que de cualquier otra cosa que hubiera visto.
Sé que cuando eres turista y vas a una excursión que te organizan nada es genuino. Que todo está adulterado y adaptado para que los que pagamos nos llevemos la impresión de que hemos encontrado lo que veníamos buscando. Lo sé y lo acepto, y cuando fuimos a un poblado nubio, subí en la chalupa sabiendo que era más cómoda que la que usan ellos, y monté en camello un corto trayecto y ayudada por guías y baile y bebí y comí lo que ellos habían preparado para que a mí me gustará. Pero a veces ocurren cosas que valen la pena. Y hay que estar atentos. Esa cosa fue una niña.
Estos críos son listos como el hambre y están aleccionados por gente más lista y necesitada aún. Y cuando llegamos a la casa donde nos tenían preparado té y música, una horda de chiquillos se acerco a cada uno de nosotros. Nos cogieron de la mano y no se separaron ni a sol ni a sombra. Si algún otro osaba acercarse lo echaban a empujones sin el más mínimo miramiento. Y todo por una chuchería, un euro o por unos lápices de colores. Sara me pregunto mi nombre. -“Elena, le dije”. Y saber tu nombre es poseerte, porque te llaman desde cualquier rincón y ya no puedes darte por no enterado. Pero es que esta cría era simpática con ganas. Se reía a carcajada limpia y te miraba con los ojos risueños y sabihondos. Me llevó de paseo por el pueblo, ignorando olímpicamente a mi marido, captando toda mi atención y sin soltarse en ningún momento. Imagino que puro marketing, que es así como lo hacen cada vez que llega un grupo nuevo. Pero a la caída de la tarde, cuando ya me iba, sentada en el barquito que me llevaría hasta mi hotel, escuche a gritos mi nombre. Sara lanzaba besos al aire mientras chapoteaba en el agua con otra niña. Esta despedida no entraba en la excursión. Y fue lo mejor de ella. Le hice una foto mientras me alejaba. Entonces lo decidí, ese era el lugar. Declaré aquel charco en el Nilo territorio de hatunes y a Sara, con vuestro permiso, hatun

















































12 comentarios:

SubHatun dijo...

El Cairo, y la mayoria de los paises arabes o magrebies que he visitado (Dubai es, en parte, una excepción)son para mi recuerdo, una caótica sinfonia de miles de bocinas sonando al tiempo, y gente gritando desde sus coches y motos..... no pienso volver a uno de ellos en mi vida

alma dijo...

Gracias por la flor, lorielana y gracias también por la otra foto. La madre mariantonia está muy bien, no pasan los años por ella, me despistó esa especie de flor roja que lleva encima del hocico, que no llevara el velo porque aquí no se lo quitaba ni para dormir aunque allí con "la caló" pues se entiende y sobre todo que parece tener mucho menos bigote que antes :P

Pero es ella :D

En cuanto a que haya un territorio de hatunes en Egipto me parece fenomenal y te lo agradezco, pero muchas ganas de ir a verlo no tengo, la verdad. Si tengo suerte empezaré por Croacia ;)

lilianne dijo...

Pues si que apunta maneras de hatun esta Sara, para empezar ya sabe que a los santos hay que ignorarlos olimpicamente, cosa que otras sabemos pero que no llevamos a la práctica todo lo que deberiamos (estoy en ello :P).

Las fotos son una maravilla, Lorie, pero me quedo con la sonrisa de esas dos niñas, supongo que felices por el botín conseguido.

Un beso enorme.

Anónimo dijo...

Tengo un dedo en "stand by" y no puedo escribir bien hasta la semana que viene por lo menos, pero no me resisto a decirte que me encantan las fotos y que me gusta todavía más que hayas vuelto por casa, nena.
Besicos, Seve

aratz dijo...

Bonitas fotos Lorie, y a pesar del ruido, del caos, de la suciedad; sin ciudades como El Cairo, no tendríamos "El Callejón de los Milagros" ni "la Trilogía de El Cairo", ni tantos otros libros,ni músicas,.., que beben de ese desorden ordenado que son las grandes metrópolis de Africa, Asia y Latinoamerica.


P.D. Lorie, falta una flor roja para mí ;)

Lorielana dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Lorielana dijo...

Sub, es cierto, es caótico y es feo, pero en medio de ese caos hay cosas que no he visto en ningún otro lugar. Y Egipto es algo más que El Cairo. Recorrer el Nilo es transportarte en el tiempo. A mi me produjo emociones encontradas y eso es mucho mejor que la indiferencia. Besos.

Sista, traerte una flor es uno de mis pasatiempos favoritos en los viajes. Buscar flores en el desierto no es una tarea fácil, pero te aseguro que es una gozada encontrarlas para ti. Te quiero mucho reina mora.

Lili, cielo, gracias. Me alegro que te gusten las fotos. Las niñas eran preciosas y no se que se estarían contando, pero calculo que hablaba de las mismas cosas que yo con mi amiga a su edad. Si te digo la verdad, la foto la hice deprisa para que no me vieran y hasta que no la vi aquí no me di cuenta de lo bonita que era. Es mi favorita.

Anonimo Seve, Yo también me alegro de estar de vuelta. Intermitente, vas a tener que perdonarme, pero intentaré pasar cada vez que pueda. Cuida ese dedo, reina. Te quiero.

Aratz, no es roja xactamente. Pero te dejo esta otra en la entrada. Es lo más cercano que he encontrado. Tentada estuve de poner una rosa roja que te traje de Asturias, pero temo que con un hórreo de fondo no hubiera colado. Gracias Acho, ha sido un placer verte aquí. Te echo muchísimo de menos, y te quiero de más. Besos.

Bessooooooooosssssssssssssss para todos



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alma dijo...

Achoooooooooooooooooo malísimoooooooooooooooooooooooooo

Justo hoy estuvimos habland de tí y dije que tenía esperanzas de que resucitase el Deguritxa en Primavera. Nunca terminamos de perderlas. No se yo si te mereces tanto amor pero ya lo dice House, que uno no recibe lo que merece, que recibe lo que recibe :P Vuelve, anda.
Abrazos

catiti dijo...

Lorie, preciosas fotos y preciosa entrada. Pero creo que no soy imparcial, siempre me dejas con la boca abierta con tus imágenes.

Acho, guapo, que nos tienes abandonaos.

DarkStar dijo...

Lorie, me encanta, sé que siempre te digo lo mismo, pero me gustan mucho tus relatos.

Me gusta porque de tus viajes no nos traes el típico comentario, ni las típicas fotos. Tú siempre vas más allá, nos traes historias reales.

Muchísimas gracias, y un beso gordísimo, preciosa.

severinne dijo...

Acho, no se si estás de paso o si vuelves para quedarte, pero te diré que siempre es una alegría volver a verte. :)

Cuando salgo de viaje intento encontrar lazos que me unan a la gente y la tierra que visito, porque por un momento puedo olvidar que estoy en tierra extraña, que soy un turista más, para pensar que formo parte de aquello y que vivo la realidad del lugar sin el filtro turístico. Eso me parece que tu encontraste con Sara, Lorie, y creo que es fantástico, nena. Un pedacito de Egipto (o de Houston XD) está ya dentro de ti.
Besazos.

Kelna dijo...

Cada vez que un hatun anuncia que se va de viaje a mí me entra una envidia de esa verde, pero me encanta que vuelvas, Lorie, y que vuelvas así, porque es como si una parte hubiese viajado contigo y hubiese visto Egipto y a Sara