viernes, 15 de enero de 2010

Encuentros reveladores


La noche que empezó a tener aquellos extraños encuentros se había dormido llorando. Ella no podía tener una vida normal, era consciente; la mayor parte del tiempo intentaba mantenerse ocupada, pero en noches como aquella no podía evitar pensar, y entonces le asaltaban la tristeza y las dudas. dudaba sobre quién era realmente y quién debería ser, se entristecía por no ser de otra manera y porque las cosas no eran diferentes; entonces, sentía la humedad de las lágrimas deslizarse por sus mejillas y caer sobre la almohada, dejando como testigos de su pena dos pequeños círculos salados.
Despertó sin un motivo aparente, abrió los ojos para mirar el reloj, pero se encontró con una luz frente a ella. Intentó deshacerse de los últimos restos de sueño que le nublaban la mente. ¿Qué era aquella luz? Entonces se dio cuenta, el portátil que descansaba sobre su mesa se había quedado encendido; estaba semicerrado y esto hacía que una línea de luz se proyectase por toda la habitación. Su sombra cubrió la pared cuando se acercó para apagarlo, pero al levantar la pantalla vio algo que no esperaba hallar allí...
Todo esto no lo recordó hasta la noche siguiente cuando se acostó. Recordaba haber encontrado algo, pero no lograba saber qué era. Un escalofrío recorrió su cuerpo y le dejó un intenso cosquilleo en el estómago. Se levantó y encendió de nuevo el ordenador, después de mirar los historiales y carpetas volvió a la cama. Quizás sólo había sido un sueño, tan sólo un producto de su imaginación. Pero recordaba el frío al caminar descalza sobre el suelo de mármol, y también estaba esa sensación que se había instalado en su estómago.
También despertó aquella noche. Cuando abrió los ojos volvió a ver la luz azulada que escapaba entre el teclado y la pantalla. Repitió los pasos de la noche anterior, pero esta vez lo único que vio fue el escritorio de Windows al que estaba acostumbrada. Se reprendió a sí misma al notar la decepción. ¿Qué esperaba encontrar? Esta vez sí, apagó el ordenador y volvió a la cama.
No conseguía dormirse, a la decepción de no haber encontrado nada se sumaban las frustración por no recordar y el cansancio de dos noches de sueño interrumpido. Comenzó a escuchar un zumbido. Se quedó quieta un instante y finalmente se levantó. Mientras se acercaba fue identificándolo, el sonido salía de las tuberías del baño. Se acercó hasta el lavabo y abrió el grifo. El ruido cesó, el agua fluía y entonces...
No conseguía recordar qué había ocurrido después. Quizá había encontrado algo, quizá era lo mismo de la otra noche. Sólo sabía que volvía a tener esa sensación en el estómago.
La tercera noche se acostó entre nerviosa y preocupada. Necesitaba descubrir qué era lo que le quitaba el sueño, pero tenía miedo de volver a desilusionarse. Tardó bastante en dormirse, pero volvió a suceder. Despertó. Inmediatamente buscó algo, una luz, un susurro, pero no había nada. Lentamente se levantó y caminó hasta la puerta de la habitación. Entonces, llegó lo que había estado esperando, un golpe seco se escuchó a su derecha. Alcanzó el origen de los ruidos, un armario, encendió una de las luces y se prometió que esta vez no olvidaría. Inspiró, alargó su brazo y abrió la puerta del armario. Se encontró de frente con una mujer en pijama. Escuchó pasos acercándose.
- Alicia... ¿te gusta el espejo? Lo pusieron ayer.
A su izquierda, en el final del pasillo, una pelirroja despeinada y también en pijama le hablaba.
- Deberías volver a la cama, aún no ha amanecido.
Alicia asintió. Se volvió de nuevo hacia el armario y miró una vez más a la mujer, reparó en que ahora sonreía; levantó su mano y se la llevó instintivamente a los labios. No sólo la mujer del armario sonreía, también ella.

3 comentarios:

alma dijo...

Una pelirroja despeinada en pijama? y un espejo? te pidió dos euros la pelirroja? si vuelve, no se los des que son míos y ella no es yo :P

Lo digo porque si hay un espejo cerca yo fijo que e estaría mirándome en él.

Me ha gustado mucho la historia Kelna, me gustaría también saber como darte las gracias por ella y por todo.

Abrazos Gore, princesa

Lorielana dijo...

Le encontraste el título perfecto, chula.
Gracias, mil veces. Por mantener esto.
Y Alicia, tras el espejo o dentro del armario la vida está llena de sorpresas. En el mío estabas tu.
Eso sí, a mi me hubieras pillados en pijama y...dormida...jajaja (emoticón sacando la lengua)

SubHatun dijo...

¿Te has planteado cobrar alquiler a toda esa gente que anda dando vueltas por tu habitación a las noches? harias una pasta.... si ademas pones musica y bebidas... ya tienes negocio :P