martes, 1 de noviembre de 2011

Las madrastras no son tan malas (VII)

Atenta a todo lo que el pequeño faro de la scooter le permitía ver seguía adelante, hacía rato que había anochecido, pero no podía rendirse, tenía que seguir buscando... Y entonces, entre el petardeo de un tubo de escape que había conocido tiempos mejores acertó a escuchar lo que parecía un susurro, paró el motor y se acercó despacio¡
- Bueno, pues con esto ya tengo cena para hoy ¿verdad? Sííí, ahora cenar ya no supone un esfuerzo, si ya me lo decía yo, que esto de la caza era acostumbrarse, pues nada, ya sólo me queda encender el fuego y cocinar un poquito, que esto del fuego aún no lo tengo controlado, porque claro ¿qué pasa si se me descontrola? que luego claro, en las noticias, que si hay un pirómano, que si tal, que si cual, y ¿quién me va a creer a mí que sólo fue un desafortunado accidente? Pero no, esto no va a pasar, yo tengo cuidadito y el fuego no se descontrola, y aunque se descontrole, por lo menos podría hablar con alguien, porque esto de...
¿Con quién demonios estaba hablando aquel tipo? Se acercó más, sigilosa, hasta que pudo estar completamente segura de que aquel personaje que parecía no haber salido del bosque en años estaba totalmente solo y todas aquellas preguntas no iban dirigidas sino a sí mismo. ¿Qué se suponía que debía hacer ella ahora? Quizás el tipo necesitase ayuda, pero igual era peligroso, y además ella tenía una misión, y la cosa no estaba para perder el tiempo interrumpiendo conversaciones ajenas, aunque fueran de un sólo interlocutor...
- ¿He oído algo o ha sido mi imaginación? Mejor será mantener la calma, seguro que no ha sido nada... ¿Hay alguien ahí?... Ay, porque preguntaré esto, si en las películas nunca anuncia nada bueno, el subconsciente que me juega malas pasadas... ¡Eh! ¡Espera! ¡No ha sido mi imaginación! O eso o estoy peor de lo que pensaba...
- No... estooo... soy de verdad... Pasaba por aquí... y me pareció ver a alguien... pero bueno... que ya me iba... tampoco quiero molestar... y tenía que encontrar a alguien, así que
- ¡NO! ¡Ahora no puedes irte! ¡No, no, no! ¡Tienes que quedarte! ¡Tú no sabes lo que es esto! ¡Llevo aquí semanas, quizá meses! ¿A qué día estamos? Da igual. ¡Tienes que ayudarme! Yo también iba buscando, pero me perdí en este maldito bosque. Mi caballo se fue. Y no encontraba el camino. ¡Eres la primera persona que veo en todo este tiempo! ¡Debes ayudarme! ¡Por favor!
La expresión de aquellos ojillos escondidos entre pelo y roña era de completa desesperación, decidió que ella no sabría librarse de aquella situación, así que lo mejor sería solucionarla cuanto antes y seguir con su búsqueda.
- Muy bien, pues tú dirás en qué puedo ayudarte, si quieres te acerco a algún sitio, o te indico el camino, ¿has dicho que buscabas algo, no?
-Buscaba, oh, claro que buscaba, aquel joven que salió de las protectoras murallas de la ciudad, tan lleno de ilusión y esperanza, oh, sí, aquel era yo, pero después, sin ni siquiera saber cómo todo se torció, y ahora, qué soy ahora, mírame, aquel día mi traje lucía y centelleaba bajo el sol, y hoy hasta cuesta adivinar de qué color fue...
- Bueno, si no te importa, ya te he dicho que tenía un poco de prisa, así que si puedes abreviar...
- Ah... está bien... Yo soy príncipe de un reino cercano, salí en busca de mi amada, habitante de estas tierras que yo creía nobles, pero que han resultado ser mi perdición, y ahora, quién sabe, quizás ella se haya ido a otra parte, cansada de aguardar mi llegada.
¡Oh no! Si aquello era lo que estaba pareciendo... ¡Oh, no!... Había encontrado lo que buscaba, pero no estaba segura de poder considerar aquello como suerte. Aún así, ¿qué iba a hacer si no?
- Ya... Oye, en realidad, si a quién buscabas es quien creo que es, no creo que se vaya a ninguna parte, puedes estar tranquilo.
- ¿Qué dices? ¿La conoces? ¿Conoces al fruto de mis amores, a la bella dama que esperaba por mí en este hostil lugar, a la joven que me insufló la ilusión para partir a su encuentro por estas inhóspitas tierras? ¿Conoces a Blancanieves?


Continuará...

2 comentarios:

alma dijo...

"ya te he dicho que tenía un poquito de prisa"

:D

¡Grande!

SubHatun dijo...

Ay Blancanieves... que pensara cuando vea que los príncipes de hoy en día no son como los de antes... eh? Eh? Quiero saberlo .... sigueeeee :p

Besos