miércoles, 16 de noviembre de 2011

Las madrastras no son tan malas (VIII)

Tirada en el sillón, con un inconsciente temblor en la pierna esperaba. Hacía ya tres cuartos de hora que había llegado con aquel tipo, ese desgreñado que decía ser el príncipe que ella, bueno, que la niña había estado buscando toda su vida. Y allí llevaba los tres cuartos de hora, encerrado en el baño. Claro, pensó, semejante cantidad de roña no sale tan fácil... Se le pasó por la cabeza una vez más si aquello sería lo correcto, bueno, tampoco acertaba a hacerse una idea de qué era lo correcto en cuanto a qué, el caso es que Blancanieves estaba en un rincón del bosque, rodeada de enanos gruñones que querían esclavizarla, y sumida en un sueño del que ni siquiera sabía si despertaría, y al fin y al cabo todo era culpa suya, por no andarse con ojo...
Pensó que si había una oportunidad de que la niña despertase era gracias a aquel gran amor que había estado esperando toda su vida, aunque no llegase en plenas facultades físicas... o psicólogicas... En el peor de los casos ¿qué podía pasar? la niña no despertaría y santas pascuas, y eso de todos modos era la posiblilidad mayoritaria en ese momento...
Y en ese momento la puerta del baño se abrió, el cambio era notable, antes sus ojos tenía un joven que, aunque no apto para míster mundo, era decente, y lo más importante, no tenía rasgos aparentes de alguien que conversa consigo mismo en mitad de un bosque.
- Esto...Esto puede que no haya sido una buena idea... ¿Y si mi amada Blancanieves se ha olvidado de mí? ¿Y si ya no me quiere? ¿Y si se cansó de aguardar mi llegada y buscó otra salida de la desoladora tristeza? ¿Y si se ha ido?
- Tranquilo, que irse no se va... Además, tú no te preocupes que ella te querrá, te lo aseguro.
- Pero, ¿qué certeza puedo tener? ¿cuál es mi certidumbre? No sé de ella mas que que la llevo buscando largo tiempo, pero ¿y si no soy correspondido? ¿Qué garantías he de tener de que ella no me rechazará?
Esto ya era lo que le faltaba, llevaba todo el día de aquí para allá, arreglando entuertos, o intentándolo al menos, cansada, agobiada, desesperada, y aún tenía que aguantar los lloros y las inseguridades de quien en ese momento era su última esperanza, y más valía que fuese una esperanza fructífera, porque si no estaba acabada...
- Mira guapo, ¿quieres garantías, no? Muy bien, pues a partir de ahora tenemos un trato, tú te casas con la niña pase lo que pase, y la niña se casa contigo pase lo que pase. No regrets, ¿entendido?
- Pero...
- Andando, Blancanieves te espera en el bosque.

Continuará...

3 comentarios:

Anónimo dijo...

:D

Creo que voy a adoptarlo como slogan, cada vez que alguien se me ponga moñas diré

¡Andando, Blancanieves te espera en el bosque!

Ayns que princeseta

SubHatun dijo...

Juas! Me encanta.... Solo le ha faltado decir la frase típica de "ni dudas ni dudos"

sigue prontooooo no nos hagas eseprar

Kelna dijo...

ejem, ejem...copyright...ejem, ejem :P