Lo he sacado de otro blog, "el cazurro ilustrado", que leo de vez en cuando. Lo publico porque me hizo mucha gracia , pero no le he pedido permiso al autor, que espero me perdone si llega a enterarse y aunque él lo cuenta como "un sucedido", que dicen los gallegos, yo estoy convencida de que tiene que ser un chiste:
"Un psicólogo, encargado de la selección de personal de una gran empresa, entrevista a una candidata para un puesto de responsabilidad.Después de los saludos iniciales, entran en materia. El psicólogo le pregunta:
-Si vas andando por una carretera en una noche oscura y ves que se acercan dos focos de luz a gran velocidad, ¿Qué dirías que es?.
Rápidamente, la entrevistada contesta:
- Un coche.Convencida de que la respuesta había sido correcta, no salía de su asombro cuando le replica el entrevistador:
- Si claro, pero ¿de que marca; un SEAT, un Renault, un Peugeot….?-
Sinceramente, no lo se. Contesta la chica.
-Vayamos a otro tema –dice el entrevistador
-. Ya que no fuiste capaz de responder correctamente, te daré otra oportunidad. Por la misma carretera y también de noche, ves que se acerca un foco de luz a gran velocidad, ¿ que vehículo crees que es?.
Tampoco esta vez hubo de pensar demasiado la respuesta.
- Una moto, sin lugar a dudas.- Ya, pero ¿de qué marca; Yamaha, Suzuki, Derbi… ?.- Imposible saberlo.-
Te daré una tercera oportunidad-dijo el psicólogo-. En la mima situación que las anteriores, ves que un foco de luz se acerca lentamente, ¿qué es?.- Una bicicleta. –replicó la candidata, ya cansada de tanta pregunta estúpida.
-- Por supuesto, pero ¿ de qué marca-, BH, Orbea….?.- No lo se y es imposible saberlo.- repuso enfadada la candidata.
-- Muy bien, muchas gracias por su tiempo, puede irse, no es la persona idónea para ocupar el puesto de trabajo.
Malhumorada por la sarta de sandeces escuchadas hasta este momento y ya puesta de pie le dijo al psicólogo:
- ¿Me permite una pregunta?- Si claro, cómo no.
- Si por la noche viera en un callejón a una mujer ligera de ropa, dando vueltas al bolso y en actitud provocativa, ¿ que profesión diría que es?.
- Un puta, sin lugar a dudas.-
Ya, eso es evidente, pero qué puta; su puta hermana, su puta mujer o su puta madre?"
martes, 27 de octubre de 2009
MI PEQUEÑO HOMENAJE
En ocasiones la vida te pone en situaciones muy difíciles; por desgracia, yo acabo de vivir una de esas situaciones en las que, de repente, la vida te da un giro de 180 grados para, dias, muchos días más tarde, volver a girar otros 180 y encontrarte en la situación original.
No voy a explicar detenidamente toda la historia, sólo deciros mis querid@shatun@s, que he pasado días muy, muy oscuros, muy tristes, llenos de impotencia. Y me veo ahora aquí, una tarde cualquiera de octubre, a las 7 de la tarde, de noche, con una temperatura muy agradable para la época del año, y miro a mi izquierda y puedo observar lo más bonito que el dioz hatun ha podido otorgarme: mi hatuncito.
Mi hatuncito que es un campeón, que ha tenido que viajar sólo durante muchos días arrastrado por una corriente llena de obstáculos, que ha luchado como sólo un hatún puede hacerlo mientras su mamá (hatuna de adopción) intentaba acompañarlo en todo lo posible hasta llegar a buen puerto.
Pues bien, ya hemos llegado a ese puerto; nos quedan muchos puentes aún por cruzar, pero mi pequeño hatuncito me ha demostrado que lo más importante es seguir nadando, seguir nadando siempre con fuerza.
Valga este pequeño texto como homenaje a la personita más importante de mi vida: te quiero mucho, pequeño hatuncito valiente, muak
Pd: espero que pronto podamos celebrar una gran fiesta en Hatunia y recibir con honores al alevín más valiente y el más fuerte campeón de todos los que haya conocido esta bendita tierra.
"El alma tenías tan clara y abierta, que yo nunca pude entrarme en tu alma. Busqué los atajos angostos, los pasos altos y difíciles... A tu alma se iba por caminos anchos(...)"
Pedro Salinas
Hace justo una semana soplé una única vela en mi pastel de cumpleaños (sólo pongo una, para olvidar que ya son taytantos) y pedí mi deseo. La vela se apagó, pero volvió a encenderse inmediatamente. Así hasta cuatro veces. Me explicaron amablemente que la vela estaba diseñada para hacer eso, pero se que es mentira.
Se que lo que pasaba realmente, es que la vela, en un ejercicio de honesta generosidad me daba la oportunidad de pedir otro deseo, algo que de verdad pudiera llegar a materializarse, porque yo no estaba a la altura del deseo que pedí, claro. Yo, lo que pedí era ser como Carlitos.
Yo quería ser como Carlitos. No grande ni barbuda ni propietaria de un hot line, no, ni siquiera tener su, su, su, bueno, ayns, ese asento, che… pero si tener esas otras cosas que tiene Carlitos; como su fina inteligencia, por ejemplo, o su calidez o su fantástica manera de administrar los silencios y distribuir las distancias o su curiosidad, o su facilidad para hacerse querer o su valentía o su exquisito sentido del humor o su equilibrio o su escéptica pero vitalista manera de mirar el mundo, o su serenidad, o su alto sentido del honor o su elegancia, o su bendita forma de escuchar (de la que todos abusamos), o su cortesía... yo que sé...con Carlos me pasa un poco lo mismo que con el otoño, que soy incapaz de decir porque me gusta tanto porque no terminaría nunca.
Él me dijo una vez que Hatunia era un viaje sólo de ida porque uno no podía irse, ni abandonar…Hemos perdido y perdemos a tantos hatunes que a menudo esas palabras cifran toda mi esperanza hatun. Espero que todos los ausentes puedan y quieran encontrar el camino de casa. En cualquier caso de lo que yo estoy completamente segura, es de que lo que es sólo un viaje de ida, es el propio Carlos, porque uno no puede irse de él, ni abandonar. De entre todas las cosas que lo hacen tan especial, quizá la más grande, sea su callada capacidad de hacerse necesario.
Hoy es su cumpleaños. Me hace muy feliz poder felicitarlo a él, que todos podamos celebrar con él la vida, esa vida a la que de veras le agradezco (gracias a la vida, que me ha dado tanto) el poder contar a Carlitos entre mis amigos.
El año pasado, ofrecí regalarle todo lo que pudiera robar en un día. Este año (la crisis abarca todos los sectores, compañero) solo he robado dos cosas para el; algunos versos de un precioso poema de Salinas , que creo, le define bien, y una deliciosa canción de Sinatra, ese búho hatun honoris causa que me gusta más que a Carlos y que él usa a veces para retenerme en el chat cuando me muero de sueño. Siempre le funciona. La he escogido subtitulada, Carlitos, para que todos los hatunes, que te quieren tanto como yo , la canten contigo y la sigan cantando time after time.
(El pastel no lo robé, se lo encargué al hippie de Capusotto y me ha asegurado que le puso todo el cariño y finas hierbas)
Que cumplas muchos años más, Carlitos: hatun, salmón, arjorequetechulo y cielitonuestro y que todos ellos sean hatunes y felices.
Almalaire, Inquisidora Mayor de la Santa Hatunacion, martillo de dumpies y herejes, la del agudo ingenio y el verbo claro, de fuego en el pelo, espada en mano y labios plenos de besos, pérfida y divertida, mala sin par, malista y amada por todos, cumple años… tal día como hoy nació hatunziya, durante uno de esos otoños que ella tanto ama y tiñó de rojo su pelo, uno que los demás también amamos, porque a ella nos trajo.
Su inteligencia y sentido del humor hacen de Hatunia un lugar en el que merece la pena vivir, llenándolo de ingenio, de buen humor y de ternura (aunque no lo quiera reconocer). Hoy día, la muy jodia, ha abierto una cueva donde celebrar sus akelarres y allí nos brinda las perlas de su talento que nos niega en Hatunia, pero como enfadarse con ella si son sus dulces besos los que animan cada día….
Su ingeniosa lengua afilada nos mantiene atentos y vigilantes, no seamos victima de sus dardos, aunque, siendo todos hatunes, nos los lance con cariño... aunque escuezan.
Desde aquí desearla (como bien sabes), y además, felicitarte y darle nuestro amor y nuestro cariño, que te haces querer granjerita mía, Alma de Hatunia.
Wiegala, wiegala, weier, der Wind spielt auf der Leier. Er spielt so süss im grünen Ried, die Nachtigall, die singht ihr Lied. Wiegala, wiegala, weier, der Wind spielt auf del Leier.
Wiegala, wiegala, werne, der Mond ist die Laterne, er steht am dunklen Himmelszelt und Schaut hernieder auf die Welt. Wiegala, wiegala, werne, der Mond is die Laterne.
Wiegala, weigala, wille, wie ist die Welt so stille ! Es stört kein Laut die süsse Ruh, schlaf, mein Kindchen, schlaf auch du. Wiegala, wiegala, wille, wie ist die Welt so stille !
(Wiegala, wiegala, weier,/ el viento toca la lira. / Toca dulcemente entre los juncos verdes./ El ruiseñor canta su canción./ Wiegala, wiegala, weier,/ el viento toca la lira.// Wiegala, wiegala, werne,/ la luna es una linterna/ en el fondo negro del firmamento,/ desde allí mira el mundo./ Wiegala, wiegala, werne, / la luna es una linterna.// Wiegala, wiegala, wille,/ ¡qué silencioso está el mundo!/ Ni un solo ruido turba la paz,/ tú también, mi pequeño, duerme./ Wiegala, wiegala, wille,/ ¡qué silencioso está el mundo!]
Ilse Weber
Su apellido natal era Herlinger. Creció en un ambiente multicultural. Asistió a clase en un colegio alemán, pero tuvo también contacto con checos y polacos, pues su madre regentaba un café, en que, más adelante, Ilse ayudó a su madre. Empezó a escribir a la edad de 14 años, por ejemplo cuentos infantiles judíos o pequeñas obras de teatro para niños. Se publicaron en diferentes periódicos y revistas alemanas, checas, austríacas y suizas. En 1930 se casó con Willi Weber.
Con la llegada de los nazis al poder, muchos de sus amigos emigraron. Ella y su marido no quisieron hacerlo. Consiguió que su hijo mayor, Hanus, saliera hacia Suecia, a casa de unos amigos. Pero ella, su marido y su hijo pequeño fueron llevados a Praga. De allí, el 6 de febrero de 1942 fue deportada a Theresienstadt. Allí, separada de su marido y su hijo, trabajó como enfermera en la enfermería pediátrica durante dos años. Compuso numerosos poemas que cantaba a los niños y a los ancianos como nanas.
En 1944 fue llevada con su hijo y los niños del asilo a Auschwitz. El 6 de octubre de 1944 fue asesinada en el campo de concentración de Auschwitz, junto con su hijo Tommy. Se dice que camino de la cámara de gas iba cantando a los niños una nana que ella misma había compuesto (Wiegala).
En Theresienstadt escribió el libro de poemas In deinen Mauern wohnt das Leid (En tus muros habita el dolor), que no se publicó hasta 1991.
Su marido sobrevivió a los campos de concentración, aunque gravemente enfermo. Fue él quien reunió las obras de Ilse y las publicó.
Cuando, en febrero de 1942, Ilse Weber (1903-1944) fue concentrada con su esposo y el más pequeño de sus dos hijos en el ghetto de Theresienstadt, era ya una reputada escritora especializada en el mundo infantil.[1] De hecho, hasta que en octubre de 1944 fue deportada con su hijito a Auschwitz, dedicó el tiempo que duró su forzada residencia en el infierno a paliar, como enfermera jefe y animadora cultural, el desastroso estado de salud y el tremendo desconcierto vital de los niños que esperaban en el ghetto su turno de morir. Ellos, y las circunstancias dramáticas en que su vida se abrasaba, siguieron siendo los principales protagonistas de sus versos, a los que despojó voluntariamente durante su cautiverio de cualquier perturbación lingüística que debilitara la comunicabilidad de una escritura nacida con una sólida vocación de realismo. La poeta checa hace, en este sentido, un verdadero ejercicio de contención, reduciendo el lenguaje poético a los márgenes estrictos del lenguaje hablado, y situando en la anécdota la fuente primordial de la emoción literaria: la tensa relación entre la sobriedad antiretórica de la expresión y la dramática circunstancia que le sirve como punto de partida, multiplica los efectos emocionales de la vida contada hasta límites sobrecogedores, y convierte el dolor en un dolor más ancho y en un seco lanzazo de verdad. Su poesía, en este sentido, no quiere trascender la realidad, sino ser «testimonio» de una vida sometida a “cerco” que se manifiesta –literariamente– no como una tragedia personal sino como una experiencia compartida de orfandad que aglutina a los seres en un “yo” poético colectivo cuya cualidad viene dada más por las circunstancias que en común se soportan que por la conciencia de pertenecer a un pueblo –el judío– perseguido por la fatalidad. Un cerco, en fin, del que no puede aceptarse otra “salida” ni otra liberación que la deportación definitiva hacia la muerte.
[1] Ilse Weber nació en 1903 en el seno de una acomodada familia judía partidaria de la «emancipación», en la ciudad morava de Witkowicz. Ya en la adolescencia comenzó a escribir cuentos, teatro y poesía para niños, que serían publicados tanto en su patria checoslovaca como en Alemania, Austria y Suiza, al tiempo que dedicaba su tiempo libre a la traducción de textos literarios. En 1930 se casó con Willi Weber –que había regresado de Palestina enfermo de malaria–, con quien tuvo dos hijos. Ante la creciente presión de los fascistas checoslovacos, Elsa y su familia tomaron la decisión de trasladarse a Praga en 1939 y de enviar a su hijo mayor a Suecia, al cuidado de una amiga. Fue el único que se salvó.
La siniestra historia del campo modelo de Theresienstadt o Terezin es suficientemente conocida. La música de los más importantes músicos checos que allí fueron confinados antes de su deportación a Auschwitz para su gaseamiento (Pavel Haas, Viktor Ullmann, Hans Krása) se ha ido rescatando en los últimos años, junto a la de otros compositores que fueron igualmente asesinados por el régimen nacionalsocialista alemán. Menos célebres son algunos de los nombres que también recoge Anne-Sofie von Otter en este conmovedor disco dedicado a las víctimas de Terezin, como Karel Svenk, Adolf Strauss, Carlo Sigmund Taube o Ilse Weber.
El disco, que ha caído accidentalmente en mis manos , es realmente conmovedor, y quería compartirlo con vosotros.
Llegada a Palermo: 23'00 h de la noche hora local. Calor sofocante. Humedad. Coches de alquiler: agotados. Objetivo: llegar al hotel, en el centro de Palermo. ¿Solución? El taxi.
Los taxistas en Palermo son atracadores institucionalmente aceptados: le llevan a uno a 150 km/h por carreteras donde marca 80, por el carril de adelantamiento, y con dos motos adelantando a su vez por el minúsculo arcén, para acabar cobrándole al pasajero la friolera de 60 euros por una carrera de 30 km. Verídico. Sobra decir que una e non più, Santo Tomasso.
II
En Palermo hay trescientosmil doscientos noventayocho españoles sueltos por sus calles, aguantando la caló durante el pomeriggio y parlando a un volumen que supera en 50 dB al de cualquier italiano de Rimini, lo que puede llegar a ser un tanto molesto. Pero hay cosas peores. Comentarios del tipo de "estos hoteles en Madrid serían de tres estrellas y no de cuatro", que acaban por regla general en una exposición de lo malísimo que es todo ahí y lo buenísimo que es todo allí. Pues si tanto te disguta te quedas en tu casa, anormal. Algún día aunaré valor para decir esto en voz alta. III
Palermo: años de ocupación árabe, normanda, teutona y española han conformado su estampa. Tan multicultural, peligrosa y atractiva como Mos Eisley. Un avispero lleno de mierda y belleza a partes iguales. Barrios enteros de casas en la más completa ruina y, de pronto, un larguísimo Mercedes-Benz negro y brillante doblando la esquina.
IV
Beatos, tramposos, salerosos, embaucadores, inteligentes, desconfiados. Así podría uno pensar que son los habitantes de Palermo, realizando un trazo grueso con la brocha gorda. Me explicaré. La primera noche, nada más llegar a la habitación del hotel y pegarme una ducha regeneradora después de 12 horas de vuelos y aeropuertos, me fui a cenar con un hambre mortal pero más solo que la una. Era medianoche y tampoco albergaba yo muchas esperanzas de encontrarme nada abierto. Craso error. En Palermo, 700.000 habitantes la contemplan, hay vida nocturna. Busqué una trattoria. Un plato de spaghetti ale vongole, un filete de pesce spada, un gelatto y mezzo litro di vino bianco della casa. El camarero, con perilla y gesto vacilón, pensándose durante un minuto si me servía o si no. La mesa de al lado, ocupada por media docena larga de sicilianos de mediana edad charlando de sus cosas tras la cena. Los bambini sentados a la mesa, muy formales para mi sorpresa. Aburrido como estaba - sé que no está bien pero... - puse atención en la conversación que se traían. Al principio no entendí ni papa. Eso de que el italiano es molto facile...Amico mio, lasciatemi racontare... Pero ya cuando le estaba perdiendo el interés porque llegaban al fin los spaghetti a la mesa, pillé al vuelo la palabra "austroungaro". Creo que en italiano se escribe senza "h". A partir de ahí entendí Napoleón y entendí Garibaldi. Y me fui hilando mi particular historia, que seguro que no sería la traducción correcta. Pero desde luego no era la esperada en un principio. Los gestos de la mano, con los dedos tocando el pulgar, por supuesto. El tono cantarín. Lo demás, alejado de los tópicos.
El camarero, pelín lento en el servicio pero con un gracejo innato y media sonrisa de hijoputa, terminó hablándome de fútbol. Me preguntó por mi equipo: ¿Madrid? No. ¿Barcelona? Menos aún. Hasta ahí, todo normal. ¿Bilbao? ¡¿Cómo que el Bilbao?! El tercer equipo de la liga española que le vino a la mente a ese buen hombre fue el Athletic. La verdad es que me reí mucho, pero en términos amistosos. Una vez confesadas mis filias futbolísticas, hablamos de Xabi Alonso, de Darko Kovacevicy de los buenos tiempos de la Real Sociedad. ¡Volveremos a primera, joder!
Por cierto, el coperto se paga aparte. Y la propina también. Saben latín.
Los hatunes salimos de hun vocadiyo que valla hustez ha saber where hestara. Nos hajrupamos i nos convertimos hen hun hegerzito temivle para luchar qontra hun programa i huna qadena de televisión de qullo nonvre nos haqordamos pero no zitamos por goder ha la sjae. Fundamos hun hestado livre qon durisimas lelles de himijrazion. Avlamos casthatun, qe se escribe qomo suena i suena de puta madre. Hadoramos hal dios hatun, rreqonozemos a sanmijel qomo su hunico profeta hen hel zielo i ha gesusi qomo su igo vien hamado hen la tierra. Somos peleones hasike quando nos kedamos sin henemijos de fuera nos damos de ostias qon los hamijos de qasa. Vevemos i bibimos de todo i amamos la musiqa, hel zine, la poesia i la vuena qonbersazion.