Dicho así, y a modo de entrada, suena a amenaza. Pero no os asustéis, porque igual no se queda más que en eso. En palabras huecas. No sé si serán interesantes, estimulantes o impactantes. Quizá no mucho. Quizá no para aquellos que me vayan a leer.
Pese a esa incertidumbre, esa inseguridad, esos miedos, el cuerpo me pide sacar a la superficie eso que aún bucea en banales profundidades. Y quizá sean éstos, los principales motivos, para retomar la escritura. Tampoco sé si lo que tengo que contar es mucho o poco: si dará para que alguien pueda llegar a desarrollar el hábito de visitar este blog y perder su costoso tiempo leyendo mis divagaciones.
El caso es que he vuelto.
martes, 28 de julio de 2015
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