Hoy es 15 de Mayo, primer aniversario del 15M, movimiento
que surgió reclamando un mundo más justo y solidario, donde lo primero fueran
las personas y no los intereses económicos de unos pocos.
Los guardianes del sistema los repudiaron, los criminalizan
y aun hoy mandan a sus perros contra ellos, los que están armados con una
pluma, o un micrófono, y también los armados con porras y pelotas de goma. No
quieren una juventud comprometida, una juventud que se preocupe de su futuro,
de la política, de los problemas sociales. Siempre se sintieron más cómodos
cuando estaban de botellón, viendo fútbol, o drogándose en el parking de alguna
discoteca. Pero una juventud comprometida y que debate y reclama lo que es
justo les da miedo, mucho miedo, así que deciden criminalizarles.
No soy muy optimista respecto a los logros que puedan
alcanzar. Una de las cosas que les hace más atractivos, su estructura
horizontal, sin jerarquías ni líderes de ningún tipo, hace que sea muy difícil de
articular propuestas concretas, de llevar a cabo un programa, que cuando se
saca de ciertas líneas generales flaquea, o peca de ingenuidad. Pero en
realidad no me importa, lo que más me gusta del 15M es ver esos jóvenes
preocupados por su futuro, por el de todos, verles debatiendo, haciendo
propuestas utópicas, algunas realistas y acertadas, y otras absurdas… aullando
a la luna.
Por otro lado, aunque tuvieran éxito, lograran una
revolución y tumbarán al sistema, el nuevo acabaría mal. En realidad no es
cuestión de sistemas, todos, hasta el teóricamente más justo y solidario, al
final tiene que ser gestionado por personas, y estas son las que siempre fallan
independientemente de que sistema haya.
Hace muchos años fui a un curso sobre trabajo en equipo y
economía social, allí hicieron un pequeño ejercicio muy sencillo, se creaban
varios grupos y se les entregaba dos papeles, uno con una X y otro con una Y. Cada
grupo debía debatir que letra enseñaban en un momento dado, si salían todo Y
todos los grupos ganaban 5, si salía alguna X entre diversas Y los que sacaban
la X ganaban 10, y los de las Y perdían 5, si salían todas las X todos perdían
5. ¿Cómo acabó? ¿Creéis que acabaron poniéndose de acuerdo para sacar siempre
las Y así ganar todos? Pues no, tras varios intentos en los que la mayoría
levantó la Y alguno sacaba la X para duplicar sus ganancias, hasta que
al final todo eran X y todos acabaron perdiendo. Los que daban el curso, unos
judío-argentinos de un Kibutz de Israel nos dijeron que habían hecho
ese mismo ejercicio por todo el mundo cientos de veces con idéntico resultado,
siempre acababan perdiendo todos.
Esto es mismo es lo que pasa y pasará con cualquier sistema,
siempre habrá quien saque la X para sacar provecho de lo que se ha construido
entre todos, y acabará como todos, una minoría privilegiada viviendo a costa de
una gran mayoría que a duras penas llega a fin de mes.
Pero no me entendáis mal, no critico al 15M, tan solo es que
la edad me hace ser más cínico, y más desconfiado de que algún día se pueda
llegar a lograr un mundo realmente justo y solidario, pero aun así estaré junto
a aquellos que quieran conseguirlo, y aun sabiendo que aquello no lleve a
ninguna parte estaré con ellos en la plaza, aullando a la luna.